Diario de cuarentena: Martes 28 de abril de 2020

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Pablo Ariza:

Hay días en los que eres consciente de que vives confinado en casa. Días lentos. Te abruman. Te aburren. Te desgastan. Incertidumbre día sí y día también. Hasta julio parece ser que estaré por el sur. Sumamos un día más y el apoyo psicológico será esencial cuando acabe todo esto y entremos en ese concepto aberrante que no paran de repetir: ‘nueva normalidad’. No hay que sentirse culpable si un día el ánimo no da para más y tenemos que exteriorizarlo. Escribir sirve, por si quieren probarlo. El día fue de poner fechas, así que Luis y yo aprovechamos para definir el final de ‘Relatos en tiempos de pandemia’. Será a finales de mayo, en ese momento ya estaremos saliendo a la calle casi a diario. Suena a futuro lejano. Esperemos que tenga un final a la altura. La web, digo. Se intentará. Acabé la noche jugando al ‘¿Quién quiere ser millonario?’ con Gorka y Luis. No supimos dónde nació Einstein, ese es el mejor resumen. Uno nunca sabe la de palos que le puede dar la vida.

Karen Pinto:

Dos días después de venir a España se celebraron las elecciones a la alcaldía de Bogotá. Me dio mucha pena no haber podido votar, porque creo que es importantísimo hacerlo. Pero mi consuelo llegó rápido. La victoria de Claudia López me hizo muy feliz, no solo por es la primera mujer y miembro de la comunidad LGBTI en ser elegida como alcaldesa de la capital, sino porque, objetivamente, era la mejor candidata. Ahora estoy viendo un vídeo sobre su gestión durante la pandemia –la he seguido desde el principio de la crisis–, y creo que ha sido ejemplar. Hacerlo tan bien en una ciudad caótica, con miles de trabajadores informales y con casi 10 millones de habitantes, no es nada fácil. Por muchísimas razones, me atrevo a pensar que algún día será la primera presidenta de Colombia.

Cirilo Dávila:

La comparecencia de este martes de Pedro Sánchez era una de las que había levantado más expectativas. Todo indicaba que nos hablaría de la ‘desescalada’, que yo interpreté como una versión presidencial del ‘aterriza como puedas’. Dicho sea sin ánimo de faltar al respeto, sino con tono jovial porque el relato de esta pandemia también nos está ofreciendo suficientes perlas como para no perder el sentido del humor. Quizás también sea parte de la estrategia para mantener alta la moral de la tropa.

Sentado frente al televisor, fui tomando nota de las diferentes fases y el contenido de cada una de ellas. Entre la exposición inicial y las preguntas posteriores perdí la cuenta, víctima del encantamiento presidencial: ‘Mucho habla y poco dice¡. Algún día tendré que detenerme a comentar la estrategia del nuevo gurú de la comunicación instalado en La Moncloa, Ivan Redondo.

Como adelanto, un detalle suyo. Cuando en la Universidad de Deusto preguntaron a los alumnos qué les gustaría hacer dentro de unos años, Redondo dijo sin mudar la voz ni amagar con una sobreactuación: «Dirigir al país». Sus compañeros de clase debieron pensar ‘de qué va este tipo’. Ahora creo que ya lo van sabiendo.

En Extremadura le conocen bien. Reconocen su firma en el nuevo estilo de La Moncloa, ahora con el PSOE, porque lo puso en práctica con José Antonio Monago, antes con el PP. Su estrategia utiliza gafas de cristal traslúcido: dejan pasar la luz, pero no permiten ver con nitidez a través de su masa.

Siempre pienso que las cosas se pueden hacer un poco mejor y, del mismo modo, siempre me acuerdo de la frase de Hans Christian Andersen: «Eres un soñador y esa es tu desgracia».

Berta Pontes:

Valladolid. Un soplo de aire fresco ha llegado hoy por la tarde. Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, ha anunciado las fases de la ‘desescalada’. Al parecer y si todo va bien, a partir del día 4 de mayo se va a poder salir a pasear por la fase 0, aunque ya estamos en una especie de fase 0 previa. Eso ya lo sabíamos, pero no ha venido mal que lo recuerde. Si llegamos a la fase 1, que no lo tengo yo muy claro, en dos semanas voy a poder irme a mi pueblo. Dos recetas que no han salido como esperábamos, una llamada al médico por temas ajenos al coronavirus y para lo que no me dan solución, una clase ‘online’ y un paseo con Ónix han sido el resto de mi día. Nada destacable. Esperemos que los próximos días pasen rápido y llegar pronto al sábado para poder salir y poder andar algo más que dar la vuelta a la manzana.

Gorka Seco:

Había escuchado que el confinamiento altera el ánimo de las personas. Creo que hoy ha sido el día que más lo he notado. Para mal. No ha sido un buen día. Pero el hecho de haberlo pasado en casa, sin apenas compartir actividades sociales, creo que hace que sea más complejo poder dejar a un lado las preocupaciones. A veces es mejor quedarse dentro de la escafandra de cada uno y no tratar de buscar consuelo en los demás. Porque igual todo eso rebota y empeora la situación.

Tengo la sensación de que cada vez tengo más motivación para escribir. Puede que una parte de la culpa la tengan mis amigos Luis y Pablo, dos escritores excepcionales. Creo que mañana comenzaré con la crónica sobre la situación de Costa Rica y el coronavirus.

Ana Gil:

La comparecencia de Pedro Sánchez ha eclipsado la tarde. Todos los planes –ya saben, nada especial– se han sustituido por conversaciones en torno a la ‘desescalada’. Maldita palabra. Muchos señalan lo absurdo que es este término derivado del inglés ‘to escalate’. Aliviar, aligerar, suavizar, rebajar. Mira que hay opciones en castellano. La verdad que si nos tomásemos un chupito cada vez que la dicen, acabaríamos con una buena cogorza. Parece que ya tenemos una idea un poco más clara de lo que ocurrirá en las próximas semanas. Y eso alivia.

En esta vorágine de información empiezan a correr bulos y documentos para nada contrastados. ¡Qué suplicio! A ver cómo explicas en el grupo de Whatsapp de la familia que ese documento enviado por la prima de tu vecina no sirve. Menuda labor están haciendo los periodistas. Estos días se reafirma la necesidad de contar con medios de calidad que contrasten la información. Una recomendación: pasen por el twitter de @CarmelaRios, periodista especializada en redes y verificación, para encontrar herramientas contra la desinformación.

Pablo Sáenz:

En 2018 me obsesioné con una canción: ‘¿Qué se siente al ser tan joven?’, de La Casa Azul. Una oda de cuatro minutos a la juventud. El caso es que siento que estoy dejando atrás mis mejores años. Últimamente me atormenta la idea de la fugacidad. Esta cuarentena me hace sentir prisionero del tiempo que, sin piedad, arrasa con todo y con todos. Día tras día sin tregua ni perdón. Ayer hablaba del hedonismo y su máxima de disfrutar del momento, el carpe diem de Horacio. No os equivoquéis, sigo fiel a la doctrina. Esto solo es un altibajo en cuarentena. Hoy vengo con un halo existencialista.

Con el fin de este curso daré por terminada mi etapa universitaria. «La vida prometida» como solía decir un profesor de mi instituto. La vida adulta se presenta incierta aunque sutilmente seductora. Ofrece nuevas experiencias: la vida laboral, la estabilidad, la familia, la paternidad… pero, a su vez, no promete nada de ello. No me aterra dar un paso al frente. Se supone que formo parte de lo que definen como ‘la generación más y mejor formada de la historia’. Solo temo que llegue un día en el que, atravesado por el yugo del tiempo, haya olvidado lo feliz que fui durante todos estos años y me pregunte: ¿qué se siente al ser tan joven?

Franklyn Amaya:

Un día más de confinamiento. Lo he aprovechado para hacer muchas cosas, entre estas una compra en el supermercado, esta vez en la búsqueda de algunos ingredientes para hacer una receta que acompaña muy bien las comidas de los hondureños: el ‘encurtido’. Esta diligencia la realicé en horas de la tarde, calculando el tiempo suficiente para estar en casa antes de iniciar la asignatura de Gabinetes de Prensa que teníamos mediante vídeoconferencia a las 5. Todo iba bien hasta que saló del supermercado, pues nunca me esperé que me sorprendiera la lluvia, si tan solo 40 minutos antes no había indicios de que eso ocurriera. Qué confiado, si tantas veces me han aconsejado que en Bilbao no se puede salir de casa sin el paraguas. Me tocó pagar el precio, caminando 500 metros bajo la lluvia.

Laura Tambo:

Son las ocho de la tarde y salimos a aplaudir al balcón. Como todos los días a la misma hora desde que comenzó esta bonita iniciativa. Sin embargo, el ruido cada vez es más pequeño. No se escuchan los pitos ni las cazuelas rezumbando en la plaza. El ánimo va decayendo, y cada día se nota más ¡Qué triste! En el primer piso del portal 4, encima del centro de estética que hace esquina junto a una tienda de golosinas, ya no se asoma Mary. No sabemos si se llama así en realidad, pero mi hermana y yo creímos que ese nombre sería ideal para ella. Como si tuviéramos el derecho de poder ir cambiándoles la identidad a los vecinos. El caso es que Mary ya no acude a nuestra cita. Al principio, nos pusimos en lo peor. Así de trágicas somos, señores. Pero luego, mi abuelo, que es el vigilante de la playa pero en la versión terraza, nos ha estado informando de que él la ve en perfecto estado cuando sacude las alfombras cada mañana. Tenemos un buen compinche con nosotras. Para no extenderme demasiado mañana os contaré lo que nos sucedió al principio de la cuarentena con Mary y su hermana, a la que, por desgracia, hemos tenido que cambiarle el nombre.

Luis Ramírez:

No deberíamos acostumbrarnos a vivir en un mundo donde la posverdad sea parte de nuestra cotidianeidad. Nuestra obligación es defender la verdad, dejar de suponer que hay una mentira lo suficientemente irracional para que alguien caiga. En este contexto, si una persona miente, lo hace porque cree que hay alguien que la va a creer. Esa es la lección que me llevo del que es, hasta la fecha, mi libro favorito del 2020: ‘Posverdad’, de Lee McIntyre. Y como no solo de libros vive el ser humano, Gorka, Pablo y yo queríamos entrarle al Monopoly, pero no lo encontramos. Al final terminamos jugando en esa página donde te lanzan en un sitio aleatorio del mapa y tenés que adivinar dónde estás. Fracaso estrepitoso para mí. Llegó luego el turno de ‘Quién quiere ser millonario’ (o una copia pirata de este). Qué problema que las palabras Ares y Hades se parezcan tanto porque creo que, si Gorka no hubiera escuchado mal, nos habríamos llevado el millón de euros.

Iván Benito:

Hoy únicamente quiero rendir homenaje a una persona y que nada más enturbie este relato. Se ha ido Michael Robinson, mi guiri favorito. Su figura se resume en que no hizo falta que falleciera para que todo el mundo hablara maravillas de él. Siempre en la televisión de pago, se hizo querer con su sutil humor y su acento inglés. No terminó de manejar el español, pero nunca le hizo falta para comunicar de maravilla. Todavía quería ser futbolista cuando mi amigo Bernat me habló de un comentarista que hacía reportajes deportivos fabulosos.

Yo me tenía que conformar con verle en la previa de los partidos antes de que la televisión se llenara de rayas grises y blancas. No me cansé de pedir a mis padres que contrataran el Plus; no lo conseguí. Llegó la era de YouTube y ahí pude empezar a disfrutar de su Informe Robinson. Mi carrera futbolística había quedado truncada, y, sin saberlo, él me ‘picó’ para dedicarme a este mundo que todavía estoy por descubrir. De aquí en adelante, pase lo que pase, no me olvidaré de su carisma y su sonrisa.

Irene Echazarreta:

Logroño. Tengo que reconocer que estoy muy nerviosa. Ahora mismo mis sentimientos están a flor de piel. Tras la comparecencia de Sánchez, la Real Federación Hípica Española ha publicado una imagen cuyo pie de texto decía que a partir del 4 de mayo profesionales y federados podrán volver a la actividad ecuestre. Ha sido todo un subidón. El problema es que en el centro hípico donde tengo a la yegua continúan las trabas y los inconvenientes para poder subir. Sin embargo, está disponible el informe publicado por Moncloa en el que la equitación entraría tanto en la fase 0 como en la fase 1. Por tanto, solo queda esperar a la decisión y ratificación final del Consejo Superior de Deportes. Espero que sea en los próximos días para que nos confirmen de manera oficial si podremos subir a ocuparnos de nuestros caballos a partir del próximo 4 de mayo. Pido por favor que sea así para terminar con tanto sufrimiento y riesgo de los caballos. Hoy no sé si podré dormir con tanto nervio y preocupación dentro. Mañana más.

Mikel Huerta:

Santurtzi. Cuarenta y tantos días después el Estado de Alarma parece que llega a su fin y es que quedan seis días para empezar la fase 0, la primera de la ‘desescalada’. Esa primera fase permitirá hacer deporte entre otras cosas, pero sobre todo hay ilusión porque llegué el 11 de mayo que es lo que motiva. Tiene pinta que Euskadi podría ser una de las comunidades que ese día alcancen la fase 1. Pero ahora los problemas que se plantean afectan directamente a nuestro futuro. Y es que sin ser responsables de esta situación, vamos a ser los perjudicados. Hoy hemos tenido la segunda clase ‘online’ y yo, por lo menos, no me adapto. Por eso en ningún momento se me pasó por la cabeza la realización de un Máster online, porque no me parece, ni de cerca, una forma correcta de aprendizaje. Y más si tenemos en cuenta que es un Máster totalmente práctico. Por mi parte, tengo una cosa clara, y es que nosotros no deberíamos pagar los platos rotos. Sería injusto y estoy seguro que soluciones para que ambas partes estén satisfechas existen. Cuestión de prioridades. Un día más, un día menos.

Fernando González:

Me he despertado con una mala noticia en el ámbito del periodismo deportivo. Michael Robinson perdía la batalla contra el maldito cáncer. Un gran periodista inglés y ex-futbolista profesional. Justo contaba que en días pasados estuve revisando bastantes informes suyos. Por ejemplo el de Bielsa, Eibar, Guardiola entre otros.
Hace 7 u 8 años, escuché su nombre en una conversación con amigos. El primer documental que vi de él fue el que realizó tras la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Desde entonces me volví un fan de su labor periodística. Me quedé con las ganas de poder ver un partido de La Liga y escuchar el análisis del encuentro de su misma voz. Ese tono inglés pese a llevar 30 años viviendo en España. Michael era una máquina de contar historias y buscó siempre la forma correcta para narrarlas y de que el espectador se adueñara de los relatos.

El periodismo deportivo en español pierde un gran estandarte.

Oihane Irazu:

Ayer, hablaba con Irene de lo mucho que echamos de menos a nuestras parejas, y de lo poco que lo entienden algunas personas.

Pero estoy demasiado contenta. Porque hoy hemos podido saber que el día 11 de mayo, que empieza la fase 1, podremos ir a nuestras segundas residencias dentro de Bizkaia. Y no ha podido ser mejor noticia. Mikel y yo ya contamos los días para pasar en Mundaka lo que queda de tiempo hasta que volvamos al Máster o a las prácticas, en mi casita a 50 metros de la playa. Nos iremos el día 11 o 12 con todo lo necesario para disfrutar de una larga temporada allí. Y no puedo ser más feliz pensándolo, os lo prometo. Eso sí, antes de ir, la cervecita en la terraza con mis compis Javi, Alba, Laura y Karen que no falte. Qué felicidad. Hemos retransmitido por el grupo de Whatsapp la rueda de prensa de Pedro y sus fases como si un programa de OT se tratara. Qué intensidad.

PD: ¿San Mamés cuenta como lugar de culto? Por saber si podré ir cuando comience la fase 2. Lo preguntaré.

Alba Rodríguez:

Deusto. En casa ya estamos empezando a preparar la salida del sábado. Primer paseo legal que podremos dar en seis semanas, parece hasta un milagro. Solo se puede ir acompañado de las personas con las que convivas, pero hemos pensado que nosotras no tenemos manera sencilla de demostrarlo. En nuestros DNI figuran nuestras casas de Torrelavega, Calatayud y Donostia, así que hemos decidido que tendremos que llevar con nosotras nuestro contrato de alquiler del piso, para que si nos paran podamos probar que llevamos juntas todo el confinamiento.

También quedaremos con unos amigos que están en otro piso de estudiantes aquí en Deusto, siempre respetando la distancia de seguridad. Me va a resultar muy difícil verlos después de tanto tiempo y no tirarme en plancha para darles un abrazo, pero de momento con verles sin una pantalla de por medio me conformo. No prometo que no se me vaya a escapar una lágrima, pero tampoco me voy a esforzar mucho en evitarlo.

Paula Soroeta:

Hoy Pedro Sánchez ha anunciado cómo serán las fases de vuelta a la nueva normalidad. La verdad es que ya el simple hecho de que se hable de algo positivo me ha alegrado. Solo el detalle de escuchar que en tal fecha se abrirán terrazas, comercios y así es ver algo de luz en este túnel oscuro. No obstante, también me pone un poco nerviosa el hecho de preguntarme cómo será la vuelta a mi verdadera rutina, la de antes. ¿Será igual que antes? Una pregunta a la que no puedo responder hasta que no me vea en ella.

Javier Cuesta:

Entre trabajos y parchís se ha ido el día de hoy. A la espera de que comience la ‘desescalada’ voy a aprovechando las últimas opciones de entretenimiento que puedo encontrar. Sinceramente, aunque ha habido ido días en los que la desmotivacion me ha superado, ha habido muchos otros en los que me faltaban horas. Pero, ahora, mi vista esta fijada en el próximo 11 de mayo, cuando espero poder salir al que será mi primer paseo.
Solo de pensarlo me pongo nervioso.

Pedro Ontoso:

Hoy hemos conocido el calendario de la desescalada, esa palabra que la RAE recomienda no utilizar, que nos llevará a la nueva normalidad, otro concepto nuevo que tampoco existe, y que en realidad es la anormalidad. Todo es muy confuso. Habrá que leer la letra pequeña, porque me parece que hay muchos flecos por aclarar. De momento, seguimos en arresto domiciliario, en la vieja normalidad. En mi caso, con una sensación agridulce. El próximo sábado me dejarán salir de paseo. Bien. Pero hasta julio, por lo menos, no podré viajar a Madrid para estar con mis nietos, a los que no veo desde febrero. También puede pasar que Madrid y Bizkaia no se encuentren en la misma fase de desconfinamiento y la cosa se prolongue. Y eso me produce un bajón insondable. Encuentros en la quinta fase, en la que nos sentiremos como marcianos. Dios mío, qué puzzle. Sí parece que se va a abrir la mano para las reuniones de amigos en nuestras casas, aunque no se ha especificado en grupos de cuántos. Algo es algo.

César Coca:

Ya tenemos un calendario provisional de regreso a ese concepto falso que el Gobierno, poniéndose orwelliano, ha llamado ‘nueva normalidad’. Iremos viendo. De momento, mi día se ha ido en organizar el suplemento para los meses de verano (ese concepto tan lejano), leer con calma el Territorios de este sábado y preparar una entrevista larga para mañana. Con el añadido de algo que se ha convertido en una aventura: ir al supermercado a hacer la compra de la semana. Una película que ya es un clásico de la comedia definía muy bien lo que estamos viviendo. Me refiero a ‘Atrapado en el tiempo’ de Harold Ramis. Cuando suena mi despertador, cada mañana a la misma hora, tengo la misma sensación del personaje que interpreta Bill Murray.

Artículo del Diario de cuarentena publicado por los alumnos del Máster de Periodismo 2019-2020 y sus profesores de Producción Informativa.

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