La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, y el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Miguel Ángel Ábalos, se reunieron ayer en Madrid para relanzar la obra del Tren de Alta Velocidad (TAV).

Tras el encuentro, han acordado que el Gobierno Vasco asumirá las obras de los accesos del Tren de Alta Velocidad de Bilbao y Vitoria para reducir los plazos e intentar que el tren entre en funcionamiento en 2024. La decisión tardará varias semanas en hacerse oficial, ya que el Ministerio de Hacienda debe dar el visto bueno. La fecha sigue siendo “muy complicada”, pero ya se han comprometido a acelerar lo máximo posible los trámites.

El Gobierno de Sánchez ha cedido al final a las demandas del PNV y el Gabinete de Urkullu ampliará la enmienda de gestión, que hasta ahora se limitaba al tramo guipuzcoano y la estación de San Sebastián.
Además de ampliar la encomienda del Ejecutivo autonómico, que adelantará el dinero de las obras del túnel que debe unir Zaratamo y Bilbao y el viaducto que enlazará Arkaute y Salburua y luego lo descontará del Cupo, el Ministerio de Transportes se ha comprometido a «acelerar» la redacción de los proyectos de las estaciones de Bilbao y Vitoria y la instalación de vía y catenaria.

Otras de las decisiones tomadas en la reunión de este jueves, es el compromiso de la aprobación definitiva del Estudio Informativo de acceso y estación de Alta Velocidad de Bilbao e iniciar la redacción de los proyectos constructivos antes del 31 de marzo 2020.

La consejera no pierde la esperanza de que el TAV circule por la “Y vasca” en enero de 2024: “Ya no podemos perder más tiempo”, afirmaba. La única forma de llegar a la fecha es la coordinación milimétrica de avanzar en la propuesta con el gobierno central. Para ello, es necesario avanzar en el trazado de la obra, diseño de los proyectos y compra de los transportes. “Ha llegado el momento ya de verdad de ponernos a funcionar a la mayor velocidad posible, de tal manera que pasemos a hablar de terminar”.

El avance en la obra adquiere especial relevancia para la ciudad de Bilbao, pendiente todavía del soterramiento de Abando, así lo certificó el alcalde, Juan Mari Aburto, durante su encuentro con el lehendakari, Iñigo Urkullu, la semana pasada.

Antes del encuentro de ayer la consejera declaraba que “vamos a analizar cómo se encuentra cada uno, y a partir de ahí cómo vamos a empezar a trabajar en cada uno de ellos en mayor profundidad, haciendo un seguimiento en cuanto a los temas y al calendario de ejecución”.

Ábalos apostó por retomar el diálogo tras la formación del Gobierno de Sánchez, pero reconoce no saber si “es viable” seguir hablando de 2023 como fecha final. El socialista apuesta por “intentar mantener ese horizonte para tener toda la presión posible y no relajarnos”

El AVE más lento

El TAV en Euskadi fue uno de los primeros ferroviarios modernos en aprobarse en España, fue en 1989. El inicio de las obras se retrasó 15 años, hasta 2004. La fecha de entrada en servicio aún es incierta. En su día las obras se presupuestaron por 4.200 millones y el objetivo de la infraestructura, conocida como ‘Y vasca’, era unir las tres capitales vascas -Bilbao, Vitoria y San Sebastián- y estas con Madrid.

El proyecto siempre ha contado con una fuerte oposición tanto por parte de movimientos ecologistas, como de grupos de la izquierda abertzale, e incluso la intervención de ETA con atentados mortales.
Cuando se iniciaron las obras, a los actos de sabotaje se sumó la organización terrorista, que en 2008 asesinó al empresario Inaxio Uria, propietario de Altuna y Uria, una de las empresas que trabajaba en el TAV.

Euskotren ya esboza el precio del billete por persona, que rondará entre los 8 y 12 euros, según una aproximación realizada por la empresa.

Artículo del diario digital ORAIN del 14 de febrero de 2020, publicado por la alumna Ana Gil durante el curso 2019-2020 del Máster de Periodismo.