Cada vez más hogares escenifican un nacimiento sacado de alguna película, alejándose de la convencionalidad de un belén tradicional

La sencilla imagen de María, José y Jesús en un humilde pesebre ha quedado en un segundo plano. Cada vez son más lo que deciden crear un belén al gusto: o bien centrándose en pequeños detalles como pueden ser huertos o pequeños puestos de comida que complementan el conjunto o decidiendo crear algo totalmente nuevo y divertido ajeno a lo que simboliza esta tradición: representar el nacimiento del niño Jesús.

El belén es uno de las decoraciones más típicas en los hogares españoles durante la Navidad, y aunque bien es cierto que poco a poco ha ido quedando en un segundo plano a causa de la influencia de adornos un poco más «americanos», –calcetines en lugar de zapatos, el uso del muérdago, la imagen de Papa Noel, etc. – aquí sigue siendo algo muy tradicional. «Por aquí viene de todo: desde coleccionistas de belenes en miniatura hasta personas que piden el San Pancracio para ponerlo en el belén; pero sobre todo abuelos y ahora con el puente, acompañados de sus nietos», explica Mario, dependiente de la pequeña tienda de la Asociación Santos Justos y Pastor situada en la calle Correo del Casco Viejo. «Además, es curioso –añade– cómo las compras varían cuando hay niños de por medio. Ellos prefieren las figuras más aniñadas».

Y es precisamente la influencia de los niños lo que ha hecho qué esta tradición cambie; los pequeños adornos como ríos, huertos o tartas de cuento son los preferidos de los más pequeños de la casa. «Son los niños los que deciden que van a comer los aldeanos de su belén», cuenta la dependienta de la caseta de la Asociación Belenista de Bizkaia, situada en la plaza del Arenal.

Otros niños son más radicales y prefieren sustituir al asno y al buey por dos tiranosaurios rex desproporcionados o, incluso, deciden darle un giro de 180 grados y montar un belén con los personajes de ‘Star Wars’: Darth Vader, José; Padmé Amidala, María; Leia y Luke, Jesús; y Yoda, el ángel. La imaginación de los niños es ilimitada y dejar que se involucren en este tipo de tradiciones es una manera perfecta de que se expresen.

Los belenes realizados con materiales reciclados también están empezando a ser tendencia en los últimos años, principalmente en colegios y en asociaciones juveniles. El año pasado, por ejemplo, el colegio Ayalde del grupo COAS realizó la primera edición del ‘Concurso de figuras para un belén reciclado’ entre las familias de cuarto de primaria con la intención de fomentar la creatividad de los niños y para contribuir al cuidado del medio ambiente. Esta tradición está tan interiorizada que siempre se buscan nuevas formas de representarla, cambiarla y hacerla más original.

¿Quién tiene el mejor belén?
En estas fechas, los centros comerciales, las tiendas y las salas de exposiciones se llenan de gigantescos nacimientos con todo lujo de detalles; sin ir más lejos, la Asociación Belenista de Bizkaia organiza hasta seis belenes en diferentes pueblos de Bizkaia a lo largo de diciembre: en el Centro Comercial de Artea, en la Fundación Miranda e incluso, en el Museo Marítimo Ría de Bilbao, a cada cual más grande.

Esta demostración y despliegue de originalidad muestra una pelea silenciosa por el título de «mejor belén», que a menudo los adultos son incapaces de apreciar. Son los niños los que reparan en esos pequeños detalles montados con mimo que, al fin y al cabo, para ellos indican que la Navidad ya está aquí.

Esta noticia ha sido publicada por la alumna Cristina Zafra Hernandez, como parte de los ejercicios del Máster de periodismo 2017-2018